miércoles, 18 de junio de 2008

El libro de los abrazos - Eduardo Galeano



Hace poco más de un mes que me compré este libro, y desde entonces nada ha sido como tenía que ser.

Los textos de Galeano son de aquellos que, como las bebidas fuertes, deben ser digeridos de poco en poco, controlando el ritmo, descubriendo los matices de cada sorbo, y por los que merece la pena rellenar el vaso.
Es América Latina gritando a pleno pulmón, resonando Europa aquel verso de los que nunca pudieron hablar. Por ellos habla Galeano. Desde "Las venas abiertas de América Latina" hasta "Espejos", el uruguayo clama por aquellos menos, por los que no son, por los mas.

Digo que nada ha sido como tenía que ser porque todo reza vida en el libro, y tiene su contrapartida en mi existencia y en la de todo el mundo que me rodea. Cada "abrazo" habla de un momento de mi día, de una noticia de la prensa, de un sentimiento que no consigo expresar... Hoy, como de costumbre, he abierto y he leído:




Los nadies


Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies
con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la
buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la
buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mańana, ni nunca, ni en
lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la
llamen y aunque les p ’que la mano izquierda, o se levanten con el
pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.

Los nadies: los hijos de nadie, los dueńos de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre,
muriendo la vida, jodidos, rejodidos:

Que no son, aunque sean.

Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.

Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.

Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.

Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la
prensa local.

Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.



Escrito en 1989, hoy sigue el mundo lleno de "nadies". Hoy Europa quiere deshacerse de millones de "nadies", ya no los necesita. La crisis destapa que ya no son necesarios. Han dejado de ser recursos humanos, y nunca han sido seres humanos.

La Europa Social en retirada. (Público)


1 comentario:

Anónimo dijo...

Ayer te dije que lo que habias escrito me recordaba a mexico, te voy a contar por que:

Me acorde del mejor abrazo que me han dado en la vida. Un abrazo intenso pero sencillo, un abrazo de VIDA que te recorria todo el cuerpo, que hablaba desde el silencio, que entregaba el corazon; un abrazo de LUZ. Es dificil describir con palabras todo lo que recibi con ese abrazo.
Y justamente me lo dio uno de los tantos "nadies" de los que habla Galeano.

Jose, un hombre de ochenta y muchos años que vive en una "casa" hecha de madera y palma, con el suelo de tierra, en una comunidad alejada y "pobre" del estado de Tabasco. Ha dedicado su vida a subsistir y a trabajar para poder alimentar a sus numerosos hijos. No conoce nada mas lejos que la comunidad de al lado y sabe (si, el es consciente) que no vale nada para la sociedad en la que vivimos. Recuerdo una frase que me dijo: "yo ya no valgo nada para las cosas materiales, pero sigo teniendo mi fe y eso me basta".

Probablemente muera dentro de unos años apaciblemente tumbado en su hamaca de colores, y lo mas triste es que ni siquiera sera un numero. No contara en las estadisticas del gobierno mexicano porque para ellos nunca existio, es invisible. Y como don Jose, otros miles.

Pero esto no queda asi, yo creo que nos toca a nosotros hacer presentes en nuestras vidas a esos "nadies" que se nos van regalando, ponerles nombre y rostro. Y darles el valor que merecen.