miércoles, 24 de marzo de 2010

San Romero de América

Hoy el santoral celebra San Agapito.

Pero hoy también, los valientes celebran la esperanza. Hoy el pueblo recuerda a Monseñor Oscar Romero, que fue vilmente asesinado hace treinta años, en una pequeña capilla de San Salvador.

Monseñor Oscar Romero, arzobispo de San Salvador, conocía su destino, pero nunca se escondió de él ni se acobardó. Su Getsemaní no duró una única noche sino que se prolongó a lo largo de los tres años que permaneció al frente de su pueblo. Defendió los intereses de los últimos, de los perseguidos y por ellos dio su vida, sin reservarse nada.

La "Santa, Católica y Apostólica" todavía reniega de su existencia. La "Pobre, Caminante y Perseguida" lo cuida y lo recuerda.


"Cristo nos invita a no tener miedo a la persecución, porque, créanlo hermanos, el que se compromete con los pobres tiene que correr el mismo destino de los pobres. Y en El Salvador ya sabemos lo que significa el destino de los pobres: ser desaparecidos, ser torturados, ser capturados, aparecer cadáveres." (Homilía de 17 de Febrero de 1980)

1 comentario:

lorenzo meler dijo...

Para mí lo más interesante y lo que más me interpela fue el cambio que pegó, o mejor dicho, la valentía de cambiar de la clase acomodada a estar con los pobres, los nadies,... que mejor prueba del evangelio que esa.