Desde esta mañana, un nuevo inquilino se hospeda en mi libreria.
"Los glaciares pirenaicos aragoneses. Evolución. Fotografías 1880-1999", número extraordinario del Boletín Glaciológico Aragonés, editado por la Diputación de Huesca, es un flamante libro-catálogo de fotografías que ofrece una panorámica transevolutiva sobre el retroceso sufrido por los glaciares altoaragoneses en el último siglo. Desde el Balaitús a la Maladeta, pasando por el Vignemale, el Monte Perdido, el Posets o el Perdiguero entre otros, el libro va detallando de una manera extraordinariamente gráfica a la par de impactante el antes y el después de estos monumentos naturales.
"Los glaciares pirenaicos aragoneses. Evolución. Fotografías 1880-1999", número extraordinario del Boletín Glaciológico Aragonés, editado por la Diputación de Huesca, es un flamante libro-catálogo de fotografías que ofrece una panorámica transevolutiva sobre el retroceso sufrido por los glaciares altoaragoneses en el último siglo. Desde el Balaitús a la Maladeta, pasando por el Vignemale, el Monte Perdido, el Posets o el Perdiguero entre otros, el libro va detallando de una manera extraordinariamente gráfica a la par de impactante el antes y el después de estos monumentos naturales.
El poder contemplar desde la perspectiva que proporciona el paso del tiempo, el venir a menos ocasionado en maravillas geológicas como estas, es un claro exponente de la grave situación a la que nos enfrentamos y que conlleva la conservación de nuestro patrimonio natural, tan olvidado durante tanto tiempo y tan supeditado a los designios del desarrollismo incontrolado y exacerbado.
Esta fotografía, que no pertenece al libro, es una muestra un tanto futurista, de las consecuencias que podría acarrear el hecho de no tomar medidas desde ya para controlar el inevitable calentamiento global del planeta, que tiene aquí su muestra más patente en nuestra tierra.
La siguiente fotografía ya no es ciencia ficción, sino que muestra la evolución a la que hace referencia el libro sobre el retroceso sufrido por el glaciar del Monte Perdido en el último siglo.
La siguiente fotografía ya no es ciencia ficción, sino que muestra la evolución a la que hace referencia el libro sobre el retroceso sufrido por el glaciar del Monte Perdido en el último siglo.
Para concluir, esta fotografía la tomé yo el pasado mes de septiembre cuando ascendí a la cumbre del Cilindro de Marboré. En ella se pueden observar los dos pisos que actualmente constituyen el glaciar y que en un tiempo no muy lejano que no llega a remontarse al siglo de antigüedad, llegaron a ser tres, ocupando una superficie de 239 hectareas.
En la actualidad, la superficie del piso inferior es de 39 hectáreas, y la del superior es de 9.
Maravillas en retroceso. (Un consejo: disfrutar de ellas antes de que sea demasiado tarde.)
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